Nieto caballo…
Una cálida mañana de verano, imaginaba descansar, cuando el estruendo de una puerta me sobresaltó, mi corazón acelerado se levantó de la cama, cuando lo vi correr como un caballo, recorría sin descanso el pasillo de mi casa » ese nieto caballo» me intranquilizó, no paró de tirar puertas, gritar, chillar, yo lo miraba deseando que callara, pero él aumentaba la intensidad. No sabía si quería que desapareciera el verano, él, o yo… Y así llegó el fin de las vacaciones de verano.