Con S, o, con C…
Buscando el nombre exacto de la palabra,
una ciclogénesis imperfecta, se estaciona en la punta de mi lengua,
tratando de entrar al lugar, donde reside el olvido.
No saber si es, con ”S” o con ”c”, importa poco.
Palabras descompuestas en el ojo del huracán,
recorren boca y cerebro,
impidiendo la plena comunicación.
Con impotencia añoro, ese rincón apartado,
que sin razón aparente, se ha quedado dormido…