Llegué a ese lugar, ¡temerosa,expectante!, no sabía como abrir aquella puerta!, ¡me quedé pensativa, mirando sin ver, oyendo sin oír. Mi pensamiento me abstrajo, de pronto me pregunté  —¿Que hacía allí?.

Había tanto ruido,   detrás de aquel tumulto confuso, había maletas llenas de recuerdos,  otras , vacías de esperanzas, corazones rotos , mentes desorientadas, ilusiones que buscaban ser colmadas.

pero,

no sabían, igual que yo, como iniciar esa conversación, ¡como tender aquella mano!, porque aquella foto estática, esas tres palabras congeladas en aquella pantalla, era todo lo que veía.
¡Te veía de frente,  analizabas cada punto, cada coma, buscando entre paréntesis, esas comillas que me hablaran, ese punto suspensivo, o esa interrogación que, contestara tus mil preguntas.

Pero

¡Cuan difícil era encontrar profundidad en aquel texto detrás de la pantalla.